01 julio 2006

FLORECIMIENTO DEL REIKI

Maestro USUI


LA NACION (Buenos Aires) Viernes 25 de Abril de 2003

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Con el reiki, la salud va de la mano de Oriente


Más de cien mil argentinos ya practican esta terapia japonesa



Se recurre a apretones de manos, abrazos, palmadas o caricias para expresar afecto. Pero, según quienes lo probaron, nada se compara con las manos sanadoras del reiki. La Asociación Argentina de Reiki (AAR), justamente, asegura que en el país el número de practicantes de esta terapia creció a más de cien mil en los últimos dos años, a pesar de la distancia prudencial que mantienen Iglesia y ciencia. Quizá por eso, para evitar controversias, sus cultores prefieren no hablar de cura, sino de armonización. Y prevén que en pocos años este método táctil difundido por el japonés Mikao Usui a principios del siglo pasado estará tan establecido como el yoga.
"Esa profecía ya se cumplió en Alemania, donde existe un fuerte movimiento del naturismo y la ecología. El reiki florece en las ciudades porque abre un canal a la naturaleza", comenta Claudio Márquez, presidente de la AAR y uno de los maestros más importantes del país, que el viernes próximo presentará su segundo trabajo sobre el tema en la Feria del Libro. "Reiki significa energía universal. Es la energía vital que emite el Sol y la recibimos como el oxígeno –explica–. Nuestra tarea es equilibrar esa cantidad de energía, porque ni en la euforia ni en la depresión funciona bien. Pero como es una técnica táctil, se popularizó la idea de dar reiki al otro. Aunque en realidad el método es para uno. Con las manos uno puede relajarse, controlar la mente y mejorar la vitalidad. O sea, al reiki hay que vivirlo. Igual que al yoga."
Chakras, posiciones
Y como el yoga, las manos del reiki actúan sobre los supuestos chakras o centros de energía. "Las posiciones coinciden con las glándulas corpóreas. Hay siete que son elementales: raíz, sakro, plexo solar, corazón, garganta, frente y coronilla. Los chakras transforman la energía natural en otra que produce armonía. No me atrevería a decir que esto provoca un efecto sanador, porque entraría en colisión con la medicina. Nosotros lo llamamos armonización." La gran diferencia con el yoga es que el reiki (al igual que otras prácticas como el feng shui, asimiladas a lo que se denomina New Age) despierta la sospecha de sectores científicos y eclesiásticos. Como lo expresa un documento episcopal emitido por el Vaticano en febrero último.
Para un buen católico está bien hacer yoga, escuchar música relajante, oír el horóscopo por radio o leer Harry Potter; pero hay que saber discernir por dónde pasa la verdad cristiana, dijo el monseñor Michael Fiztgerald en la conferencia de prensa para presentar un documento que prevenía sobre los peligros de la New Age. Por su lado, Márquez sostiene que el reiki está cerca de la ciencia. "El norteamericano James Oschmann detalló en dos libros las bases científicas de las disciplinas energéticas. Y en Estados Unidos, el National Health Institute publicó journals al respecto. De manera que es muy fácil disuadir a un antireiki, científicamente hablando", argumenta.
"Sabemos que no todos están de acuerdo con estos conceptos y hay desinformación, pero los tiempos van cambiando. Hoy son practicantes de reiki personas que antes negaban esta posibilidad", afirma Silvia Severino, reikista master con 10 años de trayectoria, que realiza armonizaciones a distancia (o sea, sin el paciente presente) y hasta acude a hospitales y clínicas para tratar a pacientes en terapia intensiva. "En estos casos, aunque siempre es altamente benéfico, el reikista debe ser muy respetuoso de las normas del lugar y las necesidades del paciente. La aceptación del reiki en hospitales y clínicas confirmó la necesidad de tenerlo en cuenta como terapia complementaria. No somos médicos, no recetamos ni diagnosticamos. Somos humildes canales de energía vital y permanentes testigos de bondades divinas", aclara Silvia.
El sistema Usui
Pero lo peculiar es que mientras Severino y otros reikistas destacan su apego a las doctrinas de Usui, en desmedro de otras técnicas, el periodista y ecologista Miguel Grinberg (ex editor de la revista Reiki Hoy) pone en duda la idea de autenticidad. "Resulta difícil determinar qué es el sistema Usui auténtico, porque no hay manera de diferenciar sus enseñanzas de las de su discípulo, el médico Chujiro Hayashi –aclara–. Incluso, supervivientes de los dos maestros alegaron que buena parte de las posturas manuales fueron codificadas por Hayashi. Y, además, desde la muerte de Usui, en 1926, muchos maestros japoneses ampliaron sus enseñanzas. Porque el reiki no es un libro cerrado."
La historia es aún más compleja. "El doctor Usui estructuró una terapia, porque la imposición de manos para sanar es una práctica milenaria –relata Grinberg–. De hecho, existen en Japón escuelas que no se identifican como reiki y no le admiten paternidad a Usui. Hoy, el reiki es una marca registrada por la nieta de Hawayo Takata: una hawaiana que introdujo el método en Occidente, cobrándoles 10.000 dólares a los 22 maestros que formó en California."
Aunque Grinberg es un defensor del reiki, que además aplica para uso propio, advierte sobre las malas interpretaciones. "Yo me aplico reiki y funciona. He curado una congestión de pecho y he neutralizado dolores musculares. Pero hay que ser muy prudente cuando uno habla de sanación. Si tengo una pierna con gangrena, necesito un antibiótico y atención médica en un hospital. Si me aplico reiki, lo más probable es que me muera por la gangrena."
Jorge Luis Fernández