01 junio 2006

"TODO EL BARRIL ESTÁ PODRIDO"

Entrevista/Jennifer Abbott, codirectora de The Corporation

Por Tania Molina Ramírez

Los realizadores del documental The Corporation, que explora la naturaleza de la mayor institución de nuestros tiempos, no tienen empacho en decir que su película es "un llamado a la acción".Su codirectora, Jennifer Abbott, visitó hace unos días la ciudad de México y platicó con Masiosare. Se confesó completamente desconcertada por el fundamentalismo cristiano estadunidense, "tan fundamentalista como el musulmán"; y profundamente emocionada por lo que está ocurriendo en América Latina.

Recientemente, algunos ejecutivos empresariales y corporaciones estadunidenses han sido condenadas, pero "en general los medios y la sociedad tratan el problema como si fueran manzanas podridas, y nosotros decimos que todo el barril está podrido", afirma la canadiense Jennifer Abbott, codirectora del documental The Corporation, ganadora de múltiples premios internacionales, que explora, con rigor, la naturaleza de la mayor institución de nuestros tiempos: la corporación.

Sin embargo, a contracorriente del incontrolable poder de las corporaciones en el mundo, "lo que actualmente ocurre en Sudamérica es muy impresionante", dice en entrevista con Masiosare la canadiense Abbott, de visita en la ciudad de México con motivo de la exhibición del documental como parte del ciclo Ambulante.

Pero cuando los realizadores (ella, el codirector Mark Achbar y el guionista Joel Bakan) estaban en el proceso de realizar este documental no tenían el referente de los cambios gubernamentales que ha habido en América Latina.

"Para nosotros era muy importante que el documental fuese esperanzador, aunque no naive. La parte más difícil de redondear fue el final porque no queríamos que el público saliera aplastado por la desesperanza, queriendo meterse en un hoyo", sigue.

Al estilo de los documentales del célebre Michael Moore, el equipo quería motivar a la gente a sentir que sí se podía hacer algo. "Es una película activista. Es un llamado a la acción. Pero no quiero ser naive al respecto. Esta es una enorme batalla y estamos en una encrucijada: hay cosas que están empeorando cada vez más, y a veces eso puede ser un catalizador para que la gente se de cuenta y haya un cambio verdadero".

En Estados Unidos, sin embargo, no parecen querer un cambio. ¿O de qué otra manera se explica que hayan relecto a George W. Bush y que sea apoyado por la población (aunque cada vez menos)?

Abbott, quien estudió Ciencia Política, cree que hay muchas maneras de explicarlo y que no hay una respuesta sencilla, única: "Mucha gente que apoya a Bush tiene el nivel educativo más bajo y su principal fuente de información es CNN. Además, como dijo Michael Moore, hay una cultura del miedo".

Culturalmente "en Canadá nos estamos alejando cada vez más de Estados Unidos: somos una sociedad mucho más secular. El cristianismo que domina Estados Unidos da miedo. Respeto esa religión por muchas de sus verdaderamente pacíficas cualidades, pero obviamente la orientación cristiana fundamentalista de derecha que tiene Estados Unidos es tan fundamentalista como el fundamentalismo musulmán".

Cada vez le da más la impresión de que "Estados Unidos se convierte en una isla y que, culturalmente, el resto del mundo es tan diferente. Debo confesar que me tiene completamente desconcertada".

Pero, insiste, para mantener la esperanza, está Sudamérica. Además, "siento que mucha gente alrededor del mundo lucha contra el dominio corporativo. Puede ser de un modo muy pequeño".
Para no ir más lejos, Abbott ejemplifica lo anterior con su propia comunidad, una pequeña isla en la costa oeste de Canadá, con mil habitantes. "Es una comunidad muy especial. Una manera de combatir la globalización (empresarial) es intentando hacer florecer tu propia economía local.

Tengo un enorme huerto orgánico. (Aunque) tienes que tener iniciativa para sobrevivir económicamente (en un lugar así): no puedes simplemente salir y conseguir un empleo en McDonald's ­¡si se le puede llamar sobrevivir a eso! (En la isla) todos coexistimos, (por ejemplo) no cierro con llave la puerta de mi casa."

El psicópata

La aventura de The Corporation comenzó hace unos nueve años, poco antes de las manifestaciones que lograron frenar la reunión de la OMC en Seattle.

"Mark Achbar y Joel Bakan se dieron cuenta de que todo mundo estaba enfrascado en asuntos sobre la globalización, muchos dirigían sus baterías a ciertas corporaciones en específico, pero nadie estaba analizando a la corporación como institución", cuenta Abbott.

Decidieron, entonces, enfocarse en examinar a "la corporación" como tal.

Bakan, profesor de derecho de la Universidad de British Columbia y cocreador, escritor y productor asociado del documental, explica: "Los derechos constitucionales cada vez son menos efectivos para proteger los ideales que representan, como la libertad, la igualdad y la justicia. Una razón de ello (es) que las constituciones sólo se aplican a los gobiernos; no se aplican a la institución clave del capitalismo de mercado: la corporación" (www.thecorporation.com).

El documental incluye casos concretos de corporaciones, estrategias de grupos que luchan contra la globalización empresarial y 40 entrevistas a ejecutivos de corporaciones (en los sectores petrolero, de cómputo, farmacéutico, manufactura, relaciones públicas, mercadotecnia), críticos de ellas e intelectuales como el reconocido historiador Howard Zinn y Noam Chomsky.

La película lleva a su extremo lógico el hecho de que la corporación es una "persona legal", para llegar a la conclusión de que es un psicópata.

El documental ha ganado 24 premios internacionales, entre ellos el premio del público en el Festival de Cine Sundance en 2004.